Nuevo movimiento en la partida de ajedrez entre China y Google. El buscador dejó ayer de redirigir su página china a su servidor de Hong Kong. El cambio es mínimo: antes, al teclear la dirección de google.cn, se cargaba de inmediato la página de la excolonia, en territorio nacional pero donde no opera la censura de Pekín. Ahora sí aparece la página de google.cn, pero con la ventana de búsquedas no operativa y con la posibilidad visible de clicar en la versión de Hong Kong.

La triquiñuela de Google busca ablandar al Gobierno chino a escasos días de que caduque su licencia ICP (proveedor de contenidos en internet), cuya renovación exige suministrar los servicios desde dentro del país. Google ha manifestado que con la medida de ayer pretende "seguir vivo" en China con servicios como el de traducción simultánea. "Sin esa licencia no podemos operar y Google se apagaría del todo", justificó ayer David Drummond, vicepresidente de la multinacional. Sus representantes dicen que la medida no viola las leyes chinas y reafirmaron su propósito de no censurar contenidos.