El presidente de Estados Unidos, George Bush, declaró ayer que su país ha adoptado una "nueva política" para promover la democracia en Oriente Próximo, en vista de que el apoyo de Washington a los regímenes dictatoriales de la región durante seis décadas "no contribuyó a reforzar la seguridad", manifestó el presidente.

Por ello, conminó a los países de la región cuyos gobiernos no son democráticos, como Siria e Irán, a efectuar reformas. "Mientras Oriente Próximo siga siendo un lugar donde no florece la democracia, será una zona estancada y plagada de violencia para exportar", advirtió ante la fundación National Endowment for Democracy, en Washington.

RECUERDO DE REAGAN

El presidente pronunció allí un ambicioso discurso que equiparó su pugna por la democracia con el firme rechazo al comunismo de su predecesor republicano, Ronald Reagan, que alentó el florecimiento de la democracia en el este europeo hace dos décadas.

Bush tiene ahora sus ojos puestos en Oriente Próximo, donde EEUU se concentrará "durante décadas", según explicó. Irak representa el caso más candente en esa conflictiva región, ya que "el fracaso de la democracia iraquí daría alas a los terroristas de todo el mundo", explicó el inquilino de la Casa Blanca. No obstante, se mostró firmemente convencido de que "la democracia iraquí triunfará, y su éxito proclamará la noticia de que la libertad puede ser el futuro de cada nación".

El presidente volvía a justificar así la guerra contra Irak, poco antes de firmar en la Casa Blanca la ley que proveerá 87.500 millones de dólares (76.125 millones de euros, más de 12,7 billones de pesetas) para Irak. "Ni amigos ni enemigos pueden dudar de que Estados Unidos tiene los recursos y la voluntad de llegar hasta la victoria en esta guerra", recalcó.

RELEVO DE TROPAS

Por el momento, EEUU sigue empantanado en la sangrienta posguerra iraquí, donde 85.000 soldados serán pronto enviados por Washington para relevar a las tropas que han cumplido un año de servicio en ese país, según anunció ayer el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Otros 47.000 miembros de la Guardia Nacional y la Reserva serán también despachados a Irak y Afganistán, añadió.

Estos envíos no suponen, sin embargo, que EEUU esté aumentando su contingente en Irak de 130.000 soldados. Por el contrario, se propone reducirlo a 100.000 en mayo, según informó el Alto Estado Mayor.