Estados Unidos arremetió ayer contra la declaración iraquí sobre armas de destrucción masiva, afirmando que tiene "omisiones tan grandes como para que un tanque pase por ellas". En sus conclusiones preliminares sobre las 11.807 páginas de datos de armamentos presentadas por el régimen de Sadam Husein, la Administración de George Bush acusó a Bagdad de ocultar dónde están centenares de armas químicas y biológicas, y de no explicar para qué ha comprado uranio y tecnología para armas nucleares.

De esta forma, Washington comenzó a preparar el terreno para rechazar la declaración iraquí. Una vez realizado un análisis a fondo de la declaración, EEUU puede argumentar que Irak ha violado la resolución 1441, aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 8 de noviembre, que exige un recuento completo y exacto de sus armas de destrucción masiva, como justificación del ataque que planea Bush.

COMPRAS SOSPECHOSAS

Las críticas de la Casa Blanca, adelantadas por el diario The New York Times , citan la omisión de 550 bombas cargadas con gas mostaza y 150 más, posiblemente provistas también de armas biológicas, que ya faltaban cuando los inspectores de la ONU abandonaron Irak, en 1998. El documento de Irak tampoco explica por qué compró uranio en Africa y equipo de alta tecnología para enriquecerlo en países occidentales. EEUU sospecha de que ambas compras se dirigían a desarrollar armas atómicas.

"No parece que haya muchas novedades (en la declaración), que mayormente parece la misma que una declaración hecha en 1996 por Irak", comentó ayer una fuente diplomática en la ONU, donde el jueves próximo el jefe de inspectores, Hans Blix, y el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Mohamed el Baradei, presentarán al Consejo de Seguridad sus conclusiones preliminares sobre el documento iraquí.

IRAN: NUEVO FRENTE

Un nuevo frente armamentista se abrió ayer, esta vez en Irán. EEUU sospecha de que el Gobierno radical islámico desarrolla un programa nuclear clandestino, algo que Teherán se apresuró a negar. "No tenemos actividad nuclear sin el conocimiento de la Agencia Internacional de la Energía Atómica", dijo el portavoz gubernamental, Abdulá Ramezanzadeh, y añadió: "Todas nuestras instalaciones nucleares tiene fines pacíficos y están siempre abiertas a la inspección de la AIEA".