A sólo dos días de su segundo debate con el candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, el presidente de EEUU, George Bush, trató ayer de recuperarse del vapuleo sufrido en el primer duelo, acusando a su adversario de debilidad ante el terrorismo. "Su mentalidad defensiva es del 10 de septiembre", arremetió Bush, para recalcar que la situación creada por el 11-S exige una postura de fuerza.

"Bush ha querido rehacer el debate con un discurso lleno de las mentiras que no pudo decir allí, porque John Kerry se las hubiera echado abajo", contratacó Phil Singer, portavoz del senador demócrata, desde Colorado.