El Departamento de Defensa de EEUU lanzó ayer un jarro de agua fría sobre la moral de miles de soldados norteamericanos desplegados en Irak desde el inicio de las hostilidades. El Pentágono anunció ayer que 9.000 hombres pertenecientes a la Tercera División de Infantería no regresarán a su país el próximo mes de septiembre, tal y como estaba previsto, y permanecerán en el país hasta "nuevo aviso". Mientras, los enfrentamientos armados continuan multiplicándose. Ayer cinco iraquís resultaron muertos durante un tiroteo al oeste de Bagdad.

Un alto oficial norteamericano, bajo la cobertura del anonimato, confirmó a la agencia France Presse el aplazamiento del regreso de las tropas, tal y como había sido adelantado por la cadena CNN. "Van a proseguir su misión", dijo el militar. Más tarde, y tras comprobar el revuelo causado, el Pentágono precisó que la unidad en su totalidad estaría de regreso en EEUU en "otoño", aunque no dio una fecha.

SOLDADOS EXHAUSTOS

Precisiones aparte, la noticia supuso un duro golpe para la moral de unos hombres exhaustos que permanecen en la zona de combates desde el mismo inicio de las hostilidades, el 20 de abril. La Tercera División de Infantería mantiene en estos momentos en territorio iraquí a 15.000 soldados, y ha sufrido 37 bajas en sus filas.

En Faluya, bastión de la resistencia iraquí, donde se encuentran destacados algunos de los efectivos militares afectados por la noticia, nadie podía ocultar su decepción: "Es un golpe", dijo a Reuters el sargento Josh Holt. El oficial admitió la dureza de la misión: "Ha sido duro; he tenido que llevar a casa a un niño de siete años a cuyo padre matamos en un intercambio de disparos; su familia no hacía más que gritar, llorar y pedir venganza".

El administrador norteamericano, Paul Bremer, aseguró ayer que la alianza militar sólo se marchará de Irak cuando el país se dote de una nueva Constitución y celebre elecciones libres.

La ocupación militar de Irak, además, ha puesto en un brete a las relaciones entre EEUU y Turquía, que atraviesan por su momento más bajo en décadas. Los estamentos militares de ambos países intentaron ayer echar tierra sobre el incidente de hace diez días, cuando 11 militares turcos fueron arrestados bajo la acusación de preparar un atentado contra un dirigente kurdo.