El primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente de EEUU, George W. Bush, reafirmaron hoy su amistad y aseguraron que los lazos entre los dos países se mantendrán durante el mandato de Gordon Brown, el futuro jefe del gobierno del Reino Unido. En una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca, ambos gobernantes, que han mantenido una estrecha relación desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, se deshicieron en elogios mutuos.

Blair, quien anunció la semana pasada que abandonará el poder el 27 de junio próximo, en parte por las críticas a su apoyo incondicional a Estados Unidos durante la guerra en Irak, aseguró que no lamenta en absoluto haber dado ese respaldo. "He tomado esa decisión y estoy orgulloso de ella", sostuvo el primer ministro saliente, en la última visita de su mandato a Washington.

Según Blair, una buena relación entre Washington y Londres "conviene no sólo a los dos países, sino a la paz y la estabilidad del mundo en toda su extensión". "Ha sido una relación polémica, al menos en mi país, pero nunca he dudado de que hará del mundo un lugar más sólido", aseveró. El jefe del gobierno británico expresó su convicción de que las buenas relaciones continuarán una vez que Brown, actual ministro de Economía, asuma el poder en el Reino Unido.

"Creo que seguiremos siendo un aliado firme e incondicional" de Estados Unidos, aseguró. La llegada de Brown a la jefatura del gobierno quedó confirmada el miércoles, ya que no se presentarán otros candidatos en las elecciones internas laboristas que estaban previstas para el 24 de junio. Bush afirmó que el sucesor de Blair es "un buen tipo" y aseguró que colaborará con él "de la misma manera en que el primer ministro me ayudó a mí".

"¿Echaré de menos a Tony Blair? Desde luego que sí. ¿Cooperaré con el próximo? Por supuesto", aseguró. Antes de la rueda de prensa, ambos dirigentes celebraron una reunión en la que hablaron, entre otros temas, de la situación en Irak y del próximo encuentro del Grupo de los Ocho en Alemania, en junio.