El cambio climático sigue dejando frío al presidente de EEUU, George Bush. En vísperas de la cumbre anual del G-8, que reunirá a partir de mañana a los líderes de los países más industrializados del mundo en Gleneagles (Escocia), Bush advirtió al anfitrión del acontecimiento, el primer ministro británico Tony Blair, que no debe esperar ninguna concesión especial a cambio de su respaldo en la guerra de Irak.

EEUU, responsable del 25% de las emisiones de gases, descarta de antemano cualquier compromiso que limite la difusión de dióxido de carbono en la atmósfera, tal y como establece el Protocolo de Kioto sobre cambio climático. "El tratado de Kioto habría arruinado nuestra economía, si puedo decirlo crudamente", declaró Bush en una entrevista concedida a la cadena británica de televisión ITV. "Tony Blair toma decisiones pensando en lo que es mejor para Gran Bretaña, y yo tomo decisiones pensando en lo que es mejor para América por Estados Unidos. No veo nuestras relaciones como un toma y daca, sino como una relación entre grandes aliados y amigos", subrayó el mandatario estadounidense.

LA AGENDA El cambio climático, junto al tema de la pobreza en Africa y quizá una iniciativa conjunta sobre Oriente Próximo, son los grandes asuntos que el primer ministro británico lleva en la agenda para el encuentro de los países miembros del G-8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia).

Blair ha rebajado las pretensiones iniciales y estaría a punto de lograr un acuerdo sobre el clima, según señalaba ayer el Financial Times . El borrador en el que a lo largo del pasado fin de semana han estado trabajando en Londres a puerta cerrada diplomáticos del más alto nivel de los países del G-8, incluye un acuerdo global de mínimos, en el que se reconoce de manera explícita el llamamiento hecho por la ciencia, instando al mundo a tomar medidas para evitar el calentamiento del planeta. Según el Financial Times, el acuerdo también pide a las economías emergentes, como China y la India, que limiten sus emisiones de gases a la atmósfera e importen nuevas tecnologías que procuren su reducción.

EXPECTATIVAS SOCIALES El otro gran asunto de la cumbre del G- 8 será el plan para paliar la pobreza en Africa. Con el ambiente bien caldeado tras los conciertos mundiales de Live 8 el pasado sábado, y las movilizaciones de protesta que se sucederán a lo largo de toda esta semana en Escocia, las expectativas de la opinión pública son grandes y podrían no verse satisfechas.

El pacto contra la miseria implicaría la reducción de la deuda externa, algo que fue aprobado en junio por los ministros de Finanzas del G-8, un paquete de ayuda al desarrollo y el desbloqueo de las barreras del mercado que impiden a los productos africanos poder competir con los países desarrollados. En este sentido, Bush dice estar dispuesto a eliminar los subsidios de la agricultura estadounidense si Europa hace lo mismo.

LOS CHISTES DE CHIRAC Por otra parte, dos chistes pronunciados por el presidente francés, Jacques Chirac, ante el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre informal de Kaliningrado sobre Gran Bretaña, que ayer reprodujo el rotativo francés Libération, podrían empeorar las tensas relaciones entre Londres y París. El dirigente dijo que la "única aportación de los británicos a la agricultura europea eran las vacas locas". También bromeó acerca de la cocina británica: "No se puede confiar en la gente que cocina tan mal como ellos".