El presidente estadounidense, George Bush, puso de manifiesto ayer su escepticismo sobre la veracidad del inventario armamentista presentado por Irak, pero aseguró: "Juzgaremos si la declaración es honesta y completa sólo después de que la hayamos examinado a fondo, y eso llevará algún tiempo".

Miembros de su Administración dieron la impresión de que Washington ha juzgado y condenado ya a Irak, pues adelantaron que la Casa Blanca esperaba denunciar a Irak por haber "violado materialmente" la resolución 1.441 de la ONU, si en su declaración afirmaba no poseer armas de destrucción masiva. El Gobierno de Bush dice tener pruebas de la posesión de tales armas por parte de Bagdad.

EN BUSCA DE PRUEBAS

Bush recalcó ayer que Sadam Husein sólo ha admitido en el pasado tener "un programa masivo de armas biológicas" cuando fue puesto frente a esas pruebas. El presidente de EEUU no reveló, sin embargo, qué pruebas tiene.

El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, señaló, por su parte, que la mejor forma que tiene Sadam de evitar la guerra es abandonar el poder e irse del país. "Todo el mundo preferiría que se fuera mañana mismo", dijo Rumsfeld en una entrevista a la cadena de televisión LBC, en la que insistió en que la "guerra es la última opción".