Un presidente de guerra. Eso es lo que pretende seguir siendo George Bush si es reelegido el próximo martes, ya que planea aumentar el número de soldados desplegados en Irak hasta el mayor nivel desde que dio por terminada la contienda, y pedir una cantidad récord en fondos de emergencia para las campañas bélicas iraquí y afgana, revelaron ayer fuentes del Pentágono a dos medios de comunicación de EEUU.

La escalada de tropas en Irak, forzada por el aumento de las acciones terroristas y de la resistencia, ha sido solicitada por el general John Abizaid, jefe del Mando Central, quien sostiene que se ve obligado porque ni los aliados han aportado fuerzas militares suficientes para ayudar a EEUU a garantizar la seguridad durante las elecciones previstas para enero, ni ha sido posible entrenar bastantes reclutas del nuevo Ejército iraquí. El plan es postergar el previsto relevo de tropas norteamericanas que ya están en Irak, y acelerar el envío de fuerzas de refresco, para aumentar en 20.000 el número de soldados estadounidenses en el campo de batalla, reveló USA Today .

160.000 MILITARES Con ese refuerzo, el Ejército norteamericano de ocupación de Irak crecerá desde 138.000 hasta casi 160.000 soldados, posiblemente con el regreso a la acción de la 82 División Aerotransportada, que fue la punta de lanza de la invasión hace año y medio. Además, será preciso renovar una gran cantidad de material bélico que ha sido destruido en los intensos combates que siguen librándose en Irak.

Para ello, la Administración de Bush pretende emplear alrededor de 70.000 millones de dólares (unos 57.000 millones de euros o 9,5 billones de pesetas) más, que incluirá en el presupuesto que presentará en febrero si gana estas elecciones, según informó el diario The Washington Post . Esa cantidad es superior a las presupuestadas para las operaciones bélicas en Irak en el 2003 y el 2004.

De esta forma, el coste total de la guerra rozará el próximo otoño los 225.000 millones de dólares (más de 30 billones de pesetas), es decir casi la mitad de lo que costó (en valor constante, ajustado a la inflación) la guerra de Vietnam entre 1964 y 1972, según los cálculos del economista William Nordhaus, de la Universidad de Yale.

KERRY EXIGE EXPLICACIONES Las revelaciones se produjeron en plena polémica causada por el descubrimiento de que casi 400 toneladas de explosivos desaparecieron de un arsenal en Irak, sin que la Casa Blanca lo revelara hasta que se abrió una investigación, el lunes. Ayer mismo, el candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, exigió explicaciones a Bush y le acusó de no haber dado "ni una palabra de justificación", después de que "fracasó en asegurar Irak y en impedir que se convirtiese en un reducto de los terroristas".

Entretanto, The New York Times informaba de que la Administración de Bush ha decidido que algunos de los prisioneros no iraquís capturados por el Ejército de EEUU en Irak "no están cualificados para disfrutar de la protección de las convenciones de Ginebra", que defienden los derechos de los combatientes cautivos en un conflicto armado. Fuentes anónimas de la Casa Blanca filtraron ese dictamen jurídico , fruto de un consenso entre abogados de los departamentos de Estado y de Defensa, del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional, como respuesta a la revelación del Post , el pasado domingo, de que la CIA ha deportado de Irak a una docena de presos sospechosos de pertenecer a Al Qaeda para interrogarlos con "técnicas especiales" en otros países.

Esas deportaciones de prisioneros de guerra son ilegales según el derecho internacional y por ello la Casa Blanca quiere dejarlos en un limbo jurídico. "Alguna ley se les debe aplicar, no se puede detener a nadie sin cobertura legal", protestó ayer la portavoz de la Cruz Roja Internacional, Antonella Notari.