En un intento por acallar la polémica desatada por el uso de datos poco fundamentados como justificación de la guerra contra Irak, el presidente de EEUU creó ayer una comisión independiente, presidida al alimón por un exsenador demócrata y un juez ultraconservador. Pero Bush dio de plazo a esta comisión de la verdad el 31 de marzo del 2005 para presentar conclusiones, casi 5 meses después de las presidenciales.

Bush afirma que "está decidido a saber por qué" no se han confirmado los datos del espionaje, en que se sostenía que Sadam Husein poseía arsenales y armas de destrucción masiva.

Para contrarrestar las críticas sobre la parcialidad de una comisión nombrada enteramente por él, Bush designó ayer a un demócrata y a un republicano para presidirla. Son el exsenador y exgobernador de Virginia, Charles Robb, y el juez jubilado Laurence Silverman, uno de los jueces más conservadores cuando ejerció en los tribunales de apelación. Silverman fue subsecretario de Justicia con Richard Nixon y Gerald Ford.

Entre los siete miembros elegidos ayer por el presidente para formar la comisión destaca el senador republicano John McCain, cuya tendencia a romper con la línea de su partido ha creado tensiones con Bush, a quien le disputó, incluso, la candidatura republicana a la Casa Blanca en el 2000. McCain se sumó además a los demócratas para exigir el establecimiento de la comisión independiente, a la que se resistió inicialmente el presidente.

AGRESIONES SEXUALES Por su parte, el secretario de Estado Donald Rumsfeld ordenó ayer una investigación ante el notable incremento de agresiones sexuales cometidas por soldados de EEUU desplegados en Irak y Kuwait. La investigación tratará de determinar si el Pentágono tomó las medidas adecuadas para prevenir estos ataques y si ayudó a las víctimas, informaron fuentes de la Administración de Bush.