Numerosas asociaciones de gais y lesbianas de EEUU, así como grupos de derechos humanos, han reaccionado con furia contra la decisión del presidente, George Bush, de nombrar al reputado cardiólogo James Holsinger médico jefe del Gobierno estadounidense. Holsinger es un destacado dirigente de la Iglesia Metodista Unida que en el año 1991 escribió que la homosexualidad es "antinatural" y atenta contra la salud. Además, la iglesia de Holsinger aboga por los "tratamientos curativos" de la homosexualidad.

El cargo de médico jefe supone coordinar el cuerpo de emergencia de profesionales de la salud y convertirse en el portavoz de la salud pública del país. De él dependen decisiones como la de incluir en los paquetes de tabaco y las botellas de alcohol mensajes alertando de sus consecuencias para la salud y, en general, las campañas de salud pública. El presidente Bush afirmó que la principal misión de Holsinger, cuya designación debe ratificar el Senado, será luchar contra la obesidad infantil.

SEGUN LA CIENCIA Para asociaciones como la Campaña por los Derechos Humanos y la Asociación Médica de Gais y Lesbianas (AMGL), el nombramiento es un error. "Es clave que el médico jefe actúe según la ciencia y no use el cargo para promover su visión religiosa", dijo la AMGL.

En 1991, Holsinger escribió para la Iglesia Metodista Unida el tratado Patofisiología de la homosexualidad masculina , en el que afirmaba que las relaciones homosexuales tienen un mayor riesgo de enfermedades sexuales y que son "biológicamente antinaturales". Como miembro del Consejo Judicial de su iglesia, Holsinger votó en el 2004 a favor de expulsar a una pastora lesbiana, y en el 2006, a favor de impedir a un gay unirse a la congregación. Además, es cofundador de una iglesia comunitaria en la que se ofrecen "programas de cura" para que los homosexuales se "conviertan" en heterosexuales, algo que la gran mayoría de científicos consideran que tiene graves efectos psicológicos.

En favor de Holsinger se han pronunciado la Casa Blanca y el Departamento de Salud, que en un comunicado público han afirmado que el tratado que escribió este cardiólogo reflejaba los datos científicos de la época, y que ahora el polémico médico no defiende las mismas posturas.