Los servicios secretos estadounidenses abortaron un intento de atentado contra el expresidente George Bush durante su visita a Kuwait, en el año 1993, meses después de ser derrotado en las urnas por el demócrata Bill Clinton.

El atentado consistía en hacer explotar junto a Bush un coche cargado de explosivos, bien a su llegada al emirato o en un teatro donde iba ser investido honoris causa. Los terroristas tenían previsto un atentado suicida en caso de que los anteriores no funcionasen. La visita del expresidente a Kuwait tenía un alto valor, pues era la primera tras la liberación del emirato, en 1991, en la guerra del Golfo.