El presidente norteamericano, George Bush, proclamó ayer que "ha llegado el momento de que otros se sumen a nosotros" en la misión en Irak, por lo que ha enviado a su secretario de Estado, Colin Powell, a la reunión de las potencias del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Ginebra y "llevará un mensaje: Ninguna nación libre puede ser neutral en la lucha entre la civilización y el caos". Bush pidió esa cooperación internacional, ante el elevado coste de la ocupación de Irak, durante una ceremonia de bienvenida, en Fort Stewart (Georgia), a la Tercera División de Infantería, que llevó el peso del asalto a Bagdad.