El presidente de EEUU, George Bush, lo tiene claro: "Las antiguas normas, las mismas políticas que han llevado a Cuba a donde está, siguen vigentes hoy en día", dijo ayer.

Para Bush, lo que ha sucedido en La Habana ha sido simplemente un cambio de "un dictador por otro", y nada indica por ahora que Raúl Castro --que ha sustituido al frente del régimen cubano a su hermano Fidel-- haya decidido llevar a la isla hacia "la democracia". Por tanto, no hay motivos para que EEUU se plantee cambiar su política hacia Cuba ni levantar el embargo, que está en vigor desde 1960. Al menos hasta que desde La Habana lleguen "no solo palabras, sino hechos" que demuestren un auténtico cambio de régimen.