El presidente norteamericano, George Bush, pidió ayer a los países miembros de la OTAN que contribuyan con tropas a una coalición internacional para desarmar a Irak, si fracasa la gestión de los inspectores de la ONU. Bush quiere aprovechar la cumbre de la Alianza Atlántica que se celebrará hoy en Praga para construir una amplia coalición militar contra el régimen de Sadam Husein.

La Administración norteamericana ha empezado a preparar la guerra contra Irak sin esperar al resultado de la inspección de desarme de la ONU, cuyos miembros acaban tan sólo de llegar al país. El Departamento de Estado norteamericano reconoció que ya ha pedido contribuciones militares a unos 50 países para esa eventual guerra contra Irak.

PETICION PERSONAL

Bush efectuó personalmente en Praga esa petición a los presidentes de la República Checa y de Turquía, en reuniones bilaterales previas a la cumbre, y la repetirá hoy al presidente francés, Jacques Chirac. Bush alabó las unidades especiales checas como "una de las mejores del mundo" ante un ataque químico y biológico.

Gran Bretaña y Dinamarca confirmaron su disposición a aportar efectivos militares a esa coalición contra el régimen de Bagdad. "Gran Bretaña está dispuesta a ofrecer una amenaza creíble", declaró el ministro de Defensa, Geoff Hoon, pero advirtió de que el Gobierno aún no ha adoptado ninguna decisión. El primer ministro danés, Anders Fohg Rasmussen, también expresó la disposición de Dinamarca a contribuir a esa coalición.

"No vamos a tolerar un nuevo engaño de Sadam Husein", advirtió Bush ante una reunión de estudiantes atlánticos en la capital checa. "El objetivo no es el retorno de los inspectores a Irak, sino asegurar el desarme global del régimen y de sus armas de destrucción masiva", destacó Bush. "Voluntariamente o por la fuerza, se va a conseguir", afirmó. "Sadam podrá negar una vez más la existencia de su arsenal, pero eso será su final", insistió.

"Sadam Husein es una amenaza para la paz mundial y debemos desarmarle en nombre de la paz", declaró Bush, tras entrevistarse con el presidente checo, Vaclav Havel. Bush aseguró que la guerra es su última opción. Sin embargo, también anunció que, si Sadam Husein se resiste, "Estados Unidos encabezará una coalición con el objetivo de desarmarle y espero que nuestros amigos de la OTAN se sumarán".

Respecto al rechazo total alemán a participar en una ofensiva militar contra Irak, Bush argumentó que "cada país deberá decidir si participa, cuándo y de qué manera". Estados Unidos pedía anoche que la cumbre de la OTAN adopte hoy una declaración firme para respaldar el acatamiento de Bagdad de la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

FRANCIA Y ALEMANIA

No obstante, Francia y Alemania advirtieron a la delegación norteamericana que no aceptarán ninguna declaración que vaya más allá del texto de la resolución de las Naciones Unidas. "Quien se aparte del texto de la resolución se arriesga a no conseguir su objetivo", señalaron fuentes de la delegación francesa.

La frontal oposición de Alemania a una operación militar contra Irak ha deteriorado las relaciones entre Berlín y Washington hasta el punto de que Bush ha evitado reunirse con el canciller alemán, Gerhard Schröder.