En un gesto hacia la primera república exsoviética de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que expulsó del poder, con una revolución pacífica, a sus dirigentes poscomunistas, el presidente de EEUU, George Bush, realizó ayer una escala en Tbilisi, capital de Georgia, donde calificó al país de "faro de la libertad para la región y para el mundo". Recibido por decenas de miles de personas que le aclamaron de forma entusiasta, el presidente Bush constató que, siguiendo el ejemplo georgiano, la exigencia de libertad se extiende en "el Cáucaso, Asia Central y Oriente Próximo".

El inquilino de la Casa Blanca no escatimó elogios hacia la "revolución de las rosas" --que en noviembre del 2003 precipitó la caída del presidente Eduard Shevardnadze, exministro de Exteriores de la URSS-- desde una tribuna en la plaza de la Libertad, la misma en la que sucedieron los principales acontecimientos de hace año y medio.

EJEMPLO GEORGIANO "Vosotros realizáis importantes contribuciones a la causa de la libertad, pero vuestra contribución más importante es vuestro ejemplo", aseguró el presidente estadounidense, flanqueado por su homólogo georgiano, Mijail Saakashvili. Georgia, además, participa en los contingentes militares en Afganistán e Irak.

Bush concluyó en Tbilisi --con la primera visita que realiza un líder de EEUU-- una gira de cinco días de duración por Europa, durante la que recaló en Holanda, Letonia y Moscú. En la capital rusa conmemoró, junto con su homólogo ruso, Vladimir Putin, la victoria sobre el nazismo.

Tras dejar de lado sus diferencias con Rusia durante las celebraciones en Moscú, el presidente norteamericano respondió ayer a las suspicacias que genera en el vecino ruso la aparición de regímenes proocidentales en estados limítrofes como Ucrania, Georgia o los países bálticos. "La democracia" --dijo Bush-- "tiende a crear vecinos pacíficos. Con el tiempo, Rusia reconocerá la ventaja de tener vecinos pacíficos".

La visita de Bush a Georgia había sido declarada fiesta nacional. Según dijo a Efe una maestra de escuela, Isolda Liuashvili, "los niños menores se han quedado en casa, pero los demás han ido" a ver a George Bush.

El dirigente no quiso pasar por alto los dos principales problemas que afronta el nuevo régimen georgiano: el pulso con Moscú por las bases rusas en territorio georgiano --que Tbilisi quiere desmantelar-- y los conflictos locales entre el poder central y las repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur. Respecto a la retirada rusa, Bush se quiso mostrar conciliador y subrayó que los resultados de las conversaciones demuestran que la cuestión podía "resolverse".

Acerca de la integridad territorial de Georgia, el presidente estadounidense respaldó el respeto de todos los países a "la soberanía y a la integridad territorial de Georgia", en una alusión a Rusia, país al que Tbilisi acusa de suministrar armas a Abjasia y Osetia del Sur.

ADHESION A LA ALIANZA No obstante, Bush condicionó el ingreso de Georgia en la OTAN a que se resuelvan pacíficamente esos brotes secesionistas. "Los dirigentes georgianos saben que la resolución pacífica de los conflictos es esencial en su integración en la comunidad transatlántica".

Abjasia y Osetia del Sur proclamaron su independencia tras la desaparición de la URSS, y se han enfrentado en conflictos con Tbilisi. En agosto, una batalla entre fuerzas georgianas y osetias dejó varios muertos.