Claramente impaciente e irritado ante la resistencia de muchos de sus aliados a atacar pronto a Irak, el presidente de Estados Unidos, George Bush, recalcó ayer su disposición a forzar a Sadam Husein a cumplir las órdenes de la ONU. "Se le ha dado mucho tiempo para que se desarme, y el tiempo se está acabando", amenazó, pasando por alto los llamamientos europeos para que se conceda a los inspectores más tiempo para certificar si Irak tiene o no armas de destrucción masiva.

Mientras, el Pentágono sigue despachando fuerzas al Golfo, donde a finales de mes habrá casi 150.000 soldados. Ayer partieron 37.000 más y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, firmó la orden de despliegue de dos portaviones más. Esos preparativos y la firmeza de la Casa Blanca de que usará la fuerza para desarmar a Irak, con o sin el respaldo de la ONU, auguran un encontronazo diplomático este próximo lunes en el Consejo de Seguridad, donde el jefe de inspectores internacionales, Hans Blix, debe presentar su informe sobre el cumplimiento iraquí de la resolución 1441 para su desarme.

FRENTE ANTIBELICISTA

El Gobierno belga se sumó ayer al frente francoalemán contra la guerra. Tras una reunión en Bruselas, los ministros de Exteriores de Francia y Bélgica, Dominique de Villepin y Louis Michel, señalaron que "actualmente no existe justificación alguna para una intervención militar" y expresaron su deseo de que la UE logre un acuerdo sobre el conflicto iraquí, con el fin de expresar una única postura en la ONU.

Con el apoyo de Gran Bretaña y España, EEUU insiste en que Bagdad ha incumplido las órdenes de la ONU dando pie a que se le ataque. "¿Cuánto tiempo más necesitamos para asegurarnos de que (Irak) no está desarmándose?", demandó ayer Bush. Sadam ha estado desafiando las resoluciones de la ONU desde la guerra de 1991, según Bush.

Los aliados de EEUU opinan de otra forma y siguen tratando de frenar el conflicto. A tal fin, Turquía ha convocado para mañana una cumbre árabe, a la que asistirán Siria, Arabia Saudí, Egipto, Irán y Jordania.

También los inspectores del desarme trabajan en esta dirección. Así, el director general de la Agencia de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed el Baradei, se mostró confiado ayer en que el Consejo de Seguridad de la ONU prolongue las inspecciones si "Irak coopera activamente".

Por su parte, la Internacional Socialista (IS), manifestó su "oposición a cualquier acción militar de caracter unilateral y a un ataque preventivo" en una resolución sobre Irak. La posición de los socialistas europeos fue adoptada por unanimidad ayer en Roma. El documento final solicita una alteración democrática y pacífica en Irak. La IS se distanció del movimiento pacifista y apoyará una acción que "respecte el derecho internacional y tenga el consenso explícito de las Naciones Unidas".