Una serie de atentados con coche bomba en varios distritos chiís de Bagdad y al sur de la capital han causado 50 muertos este martes, víspera del décimo aniversario del inicio de la guerra y posterior invasión de las tropas angloestadounidenses. Al menos otras 160 personas han resultado heridas.

Los insurgentes islamistas sunís, vinculados a Al Qaeda, han incrementado este año su campaña de ataques contra objetivos chiís, en un intento de revitalizar la guerra sectaria y socavar el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki.

Los coches bomba y otros artefactos han estallado en diversos puntos de la capital, incluido un mercado cerca de la fortificada Zona Verde. Un suicida ha hecho explotar también un camión contra una comisaría de policía en otra localidad predominantemente chií situada justo al sur de Bagdad.

Ningún grupo ha reinvidicado los atentados pero el denominado Estado Islámico de Irak, la rama iraquí de Al Qaeda, ha prometido recuperar el terreno perdido en su pasada confrontación con las tropas estadounidenses.