La grabación que salió el viernes a la luz con los comentarios machistas y obscenos de Donald Trump puede ser solo una gota en un océano en el historial de un hombre que se vende a sí mismo como un 'playboy' y que acumula innumerables conversaciones sobre mujeres cuyo denominado común es el mal gusto.

Tras la estela del vídeo hecho público por 'The Washington Post', ahora es la cadena CNN la que ha divulgado unos audios, hasta ahora inéditos, que recogen extractos de conversaciones mantenidas durante años de Trump con Howard Stern, conductor del programa radiofónico del mismo nombre.

Trump participó durante muchos años en el programa de Stern. Y si bien la mayor parte de las intervenciones eran públicas, los extractos hechos públicos no se conocían. En ellos, Trump repasa con su habitual vulgaridad varias cuestiones, que van desde el físico de su hija Ivanka, hasta su azarosa vida sexual. A menudo las conversaciones están salpicadas de carcajadas y comentarios jocosos.

La voluptuosa Ivanka

El físico de su hija Ivanka es un tema de conversación habitual. En octubre del 2006, Stern hace saber a Trump que su hija "está más voluptuosa que nunca" y le pregunta si se ha puesto implantes mamarios, lo que el candidato republicano niega y se limita a señalar que la chica "es muy voluptuosa, muy alta y de una gran belleza". En otra conversación anterior, de octubre del 2004, Stern la pregunta si puede llamar a Ivanka "pedazo de culo", a lo que Trump responde afirmativamente.

En varias de las conversaciones con Stern, ambos hablan de la edad de las mujeres. Los 30 "son perfectos", dice el magnate, que fija en 35 años "el fuera de juego". "¿Podría con alguien de 24?", la pregunta en otra conversación del 2006 Stern. "Absolutamente", responde el Trump.

A lo largo de los años, Trump habló en varias ocasiones sobre suazarosa vida sexual. Confesó haber perdido la virginidad a los 14 años, presumió de tener "mucho sexo" con su actual esposa,Melania, y reconoció haberse acostado con tres mujeres a la vez que juntas pesaban "375 libras".

Los tríos sexuales

Sobre los tríos sexuales, es contundente: "Todos hemos tenido. ¿Es que acaso somos bebés?". En otro momento que Stern le pregunta si le gusta mantener relaciones sexuales con mujeres durante la menstruación. "Bien, a veces te metes allí por error", contesta. En la misma conversación, interrogado sobre si se ha acostado alguna vez con mujeres negras, responde: "Depende de cuál sea tu definición de negra".

En abril del 2010, ambos mantuvieron una larga conversación sobrelas infidelidades del golfista Tiger Woods y a la pregunta de Stern de si creía en la adicción al sexo, Trump respondió: "No. Creo que hay gente que le gusta mucho el sexo. Como tú, como y, como Tiger". Ambos también valoran el atractivo de la exposa del entonces golgista, Elin Nordegren. "¿Está buena, no?"Trump la "puntúa" con "un nueve".

Como propietario de los certámenes de miss USA y miss Universo, Trump alardea de pasearse por el 'bakcstage" donde las concursantes están cambiándose. "Allí no hay hombres, a mí se permite entrar porque soy el propietario y tengo que asegurar que todo esté bien". Cuando un invitado al programa le pregunta si acostarse con una de las mises consituiría un conflicto de intereses, responde: "Sería un conflicto de intereses pero es una de las cosas de las que uno se preocupa luego.

Ivana Trump, la esposa que denunció una violación y luego se retractó

No son solo sus declaraciones. El diario estaounidense 'The Daily Beast' rescató recientemente una antigua historia de Trump en la que la primera de sus esposas Ivana lo acusaba de violarla, aunque luego se retractó. El hecho ocurrió en 1989, cuando la pareja ya estaba en crisis -se divorció en 1991-. Trump le reprochó a los gritos a su mujer haberle recomendado un cirujano plástico que según él le había arruinado su cabellera.

"¡Tu maldito doctor me arruinó!", le gritó Trump. Acto seguido la tomó con violencia, comenzó a arrancarle su cabello, le sacó abruptamente su ropa, bajó sus pantalones y la "violó". La traumática historia fue descrita en el libro 'El último magnate: las muchas vidas de Donald Trump', escrito por el periodista Harry Hurt III y publicado en 1993. Ivana "lloró el resto de la noche", encerrada en una habitación. A la mañana siguiente volvió a su suite, donde se encontraba su marido. Hurt describió el cinismo del magnate. "¿Duele?", le preguntó a su esposa

Días antes de que el libro saliera a la venta, los abogados de Trump obligaron a Ivana a emitir un comunicado en el cual matizaba sus declaraciones. "En una ocasión durante 1989, el Señor Trump y yo tuvimos relaciones en las cuales se comportó de manera muy diferente a lo usual en nuestro matrimonio. Como mujer, me sentí violada. El amor que normalmente me dispensaba estaba ausente. Me referí a esto como una 'violación', pero no quiero que mis palabras sean interpretadas en forma literal o criminal".