La investigación del asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia, ocurrido hace dos años, ha metido de lleno en una crisis política al Gobierno de Malta, del que ayer se apartaron dos ministros, salpicados por las pesquisas del crimen, horas después de que lo hiciera el jefe de gabinete del primer ministro, Joseph Muscat. Caruana fue asesinada el 16 de octubre del 2017 al explotar una bomba colocada en su coche, cerca de su casa. La reportera tuvo un papel relevante en la publicación de los Papeles de Panamá en Malta, una información en la que el Ejecutivo de Muscat no salía bien parado.

El ministro de Turismo, Konrad Mizzi, anunció que dejaba el cargo apenas un día después de asegurar a los medios de que no lo haría. A su vez, el titular de Economía, Chris Cardona, que fue interrogado el sábado por la policía, dijo que se «suspendía» a sí mismo de sus funciones hasta que concluya la investigación. Mizzi anunció su renuncia después de una reunión del Gabinete, aunque no quedó claro si el ministro se había ofrecido voluntariamente a renunciar o si se vio obligado a ello, según el Times of Malta. El ministro dimisionario agregó: «Quiero dejar claro una vez más que no he tenido asociación, directa o indirectamente, con [la compañía] 17 Black o Yorgen Fenech». Se refería al empresario Yorgen Fenech (dueño de 17 Black), detenido la semana pasada en su yate en el Mediterráneo como supuesto ordenante del crimen. La dimisión de ambos ministros se produjo pocas horas después de que Muscat anunciara la renuncia de su jefe de gabinete, Keith Schembri, que el lunes fue interrogado por la policía en relación al mismo caso.

EMPRESAS SECRETAS / Fenech es accionista de la compañía Electrogas, que había sido mencionada en los Papeles de Panamá como el medio para depositar fondos propiedad de Mizzi y de Schembri en empresas secretas en ese país. Mizzi, antes ministro de Energía, fue responsable de la concesión de un contrato a Electrogas y la construcción de una central eléctrica.

Schembri fue acusado de corrupción por la propia Caruana, cuyo asesinato conmocionó a la opinión pública maltesa y europea. Un caso que también amenaza con tumbar al propio primer ministro. «Dimitiré si hay alguna clase de relación entre mí y el asesinato», dijo Muscat, aunque insistió en que «nunca» ha hecho «la vista gorda» ante la corrupción. Un día antes de la detención de Fenech, Muscat ofreció el indulto presidencial a un supuesto intermediario en el asesinato de la periodista, identificado más tarde como Melvin Theuma, a cambio de cooperar con las autoridades.