La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto, presentado por detractores demócratas a la guerra en Irak, que propone la retirada militar de ese país para los próximos 120 días. La iniciativa fue aprobada por 223 votos a favor, frente a 201 en contra, pese a las advertencias del presidente George W. Bush de que vetará cualquier proyecto que fije plazos a la permanencia militar de EEUU en ese país.

Esta es la tercera vez que la Cámara Baja del Congreso de EEUU aprueba una medida destinada a poner fin a la intervención militar en Irak. Una de ellas no logró pasar el tamiz del Senado y la otra fue vetada por el presidente Bush a comienzos de este año. En virtud del proyecto, tras completarse la retirada el 1 de abril, en Irak sólo permanecerían un número reducido de tropas para realizar operaciones contra el terrorismo y proteger a los diplomáticos estadounidenses.

La aprobación del proyecto demócrata ocurrió poco después de que la Casa Blanca admitiese que algunos de los objetivos políticos y militares fijados desde que comenzó la ocupación del país en 2003 no se han concretado como estaba previsto. Desde ese año han perecido 3.611 soldados estadounidenses, según las últimas cifras proporcionadas por el Departamento de Defensa.

"La situación en Irak sigue siendo compleja y extremadamente desafiante", según un informe de la situación en el país árabe. Añadió que la situación económica no ha mejorado y que las autoridades iraquíes no han aplicado medidas para lograr la reconciliación política. Por su parte, Bush ha dicho que ese informe es provisional y que habrá que esperar al que emita en septiembre el general David Petraeus, comandante de las fuerzas de EEUU en Irak.

En una conferencia de prensa tras difundirse el informe, Bush afirmó que "creo que podemos tener éxito en Irak y sé que debemos tenerlo". Bush rechazó una vez más las críticas a su política en Irak. Además del proyecto aprobado por la cámara hoy, el Senado probablemente someta a votación una propuesta similar de los demócratas para una retirada de Irak.

A este último proyecto se han sumado algunos senadores republicanos que han dicho que no están contentos con la estrategia aplicada por Bush al conflicto. "No creo que el Congreso debe estar dirigiendo la guerra. Pienso que debería estar financiando a las tropas", manifestó Bush.