Londres puede convertirse hoy en la rampa de lanzamiento de David Cameron como el líder conservador capaz de devolver a los laboristas británicos a la oposición. El ayuntamiento de la capital sería el trampolín hacia Downing Street, si al final pasa a manos de los tories tras la reñidísima elección celebrada ayer. El cómputo de los votos debía empezar esta mañana y el resultado se hará público por la tarde en el City Hall, el edificio de cristal en forma de espiral inclinada junto al Támesis, diseñado por Norman Foster. Allí también se dará a conocer la composición de la Asamblea de la ciudad, formada por 25 miembros.

Empatados en los sondeos y sabiendo que cada papeleta contaba, la lucha entre el laborista Ken Livingstone y el tory Boris Johnson se prolongó durante el día de ayer, cuando los colegios electorales ya estaban abiertos. Livingstone, que ha ocupado la alcaldía desde su creación en el 2000, buscó un último impulso en los barrios populares como Strafford, Store Newington y Harlesden, mientras que Johnson estuvo un poco en todas partes, incluidos algunos suburbios, donde ha puesto especial énfasis a lo largo de toda la campaña. "A tenor de la reacción que estoy viendo en las calles y tanta gente deseando nuevas soluciones, creo que hay motivo para el optimismo", declaró Johnson.

ELECTORES DE LA PERIFERIA El aspirante conservador esperaba alcanzar el mayor número de apoyos en el electorado periférico, descuidado por el laborista, y entre los votantes de más edad y las clases bien acomodadas. Livingstone, en cambio, goza de mayor predicamento en los barrios del centro de la capital, entre las comunidades étnicas y la gente joven, pero esta última, mucho más móvil, no suele inscribirse en el registro electoral.

A última hora de ayer no se conocían aún los datos de participación de una jornada que fue laborable en el Reino Unido. The Evening Standard calculaba que unos 2 millones de londinenses se habrán acercado a depositar su papeleta, de los 5,5 millones convocados en la capital.

14.000 MILLONES El nuevo alcalde, que tomará las riendas del ayuntamiento el sábado, manejará un presupuesto anual de 14.000 millones de euros y será el responsable del sistema de transportes de Londres, que incluye la flota de autobuses, el metro, los servicios fluviales y el mantenimiento de carreteras y calles. El alcalde controla, además, el presupuesto de la Policía metropolitana y de la Brigada de Bomberos. Una de sus primeras tareas será reunirse con los responsables del comité que prepara las Olimpiadas del 2012.

El resto de Inglaterra y Gales también celebró elecciones en 159 ayuntamientos, en los que se elegían 4.000 concejales, para los próximos cuatro años.