Las medidas de austeridad que prepara el primer ministro británico, David Cameron, están creando fricciones dentro del Partido Conservador. Cameron podría haber cometido un grave desliz político al castigar a las familias de clase media, donde se hallan sus votantes naturales, con la supresión de ayudas por los hijos. El ministro de Economía, George Osborne, aprovechó el lunes la conferencia anual de los tories en Birmingham para anunciar el recorte, que entrará en vigor a partir del 2013.

La supresión afectará a más de un millón de hogares en los que el sueldo de uno de los padres supere las 44.000 libras (50.900 euros). Ahora, los padres, sean cuales sean sus ingresos, reciben 23,40 euros semanales por el primer hijo y 15,50 por el segundo y los siguientes. La nueva normativa supondrá un ahorro de 1.000 millones de libras anuales (1.157 millones de euros) al erario público.

LOS SUBSIDIOS TOTALES Osborne presentó la decisión como "dura pero justa", pero quienes la critican subrayan que las parejas con dos sueldos de hasta 40.000 libras seguirán recibiendo las ayudas, a pesar de sumar hasta 80.000 libras anuales. Por otra parte, la iniciativa acaba con el principio de beneficios universales para todos, excluyendo a las clases medias. Para tratar de compensar el golpe infligido a sus votantes, Osborne anunció también que el monto de los subsidios que podrá recibir una familia no superarán en ningún caso las 26.000 libras anuales (30.000 euros), que es la suma de dos salarios mínimos.

La supresión de ayudas familiares ha provocado tensiones internas. Pocas horas después del anuncio de Osborne, el secretario de Estado para la Infancia y diputado conservador, Tim Loughton, sugería que las medidas debían ser revisadas. Cameron trataba ayer de suavizar la controversia, entre rumores de que el Gobierno aprobará algunas ventajas fiscales para las parejas casadas a partir del 2015. "Debemos tomar decisiones difíciles, que afectarán a las familias. Querría no tener que tomarlas, pero hay que hacerlo".

Las ayudas por hijo son solo uno de los recortes que el Gobierno se dispone aplicar a partir de las próximas semanas. Cameron y su equipo quieren eliminar en cinco años la casi totalidad del déficit presupuestario que alcanza el 10,1% del producto interior bruto. El anuncio de qué servicios públicos se verán afectados será el 20 de octubre.

La pasada semana, Liam Fox, ministro de Defensa, condenaba la supresión de entre el 10% y el 20% que el Tesoro exige a su departamento. Las críticas de Fox, del ala derecha conservadora, esconden el malestar de este sector con la decisión de Cameron de formar un Gobierno de coalición con los liberal-demócratas.