Al primer ministro británico, David Cameron, y al responsable de Finanzas, George Osborne, "les falta profundidad" y "no han entendido las presiones que les esperan cuando intenten cortar el gasto". El comentario, incluido en uno de los cables revelados por Wikileaks, lo realizó el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, el pasado febrero. En el cable, King parece sugerir que la gran preocupación de Cameron y Osborne es la forma en que van a afectar los problemas en las urnas al Partido Conservador.