Siete personas murieron hoy cuando un terrorista suicida empotró un camión bomba contra una comisaría de la ciudad de Kirkuk (250 kilómetros al norte de Bagdad), dijeron a Efe fuentes policiales.

El ataque ha causado además 126 heridos, muchos de ellos se encuentran en estado grave, por lo que no se descarta que el número de muertos pueda aumentar, según el oficial de la policía de la ciudad Borhan Wasef, que añadió que el atentado ha producido elevados daños materiales.

El camión explotó aproximadamente a las 10.45 hora local (07.45 GMT) frente a la entrada de la comisaría de Rahimawa, un barrio kurdo en el norte de la ciudad. Testigos presenciales dijeron haber visto un intenso tráfico de ambulancias dirigiéndose al lugar de los hechos, donde numerosos edificios cercanos a la comisaría quedaron dañados.

Kirkuk y su región viven una gran tensión desde la caída del régimen de Sadam Husein, ya que propició el regreso de numerosos kurdos para reclamar tierras y propiedades confiscadas en su día por el dictador. Los árabes suníes y turcomanos de Kirkuk acusan a los kurdos de querer cambiar la composición demográfica de esta región rica en petróleo, en la que está previsto que a fines de año se celebre un referéndum para decidir su eventual incorporación a la región autónoma del Kurdistán.

Tanto el presidente del Kurdistán autónomo, Masud Barazani, como el propio presidente iraquí, el también kurdo Yalal Talabani, han declarado que consideran a Kirkuk como parte irrenunciable del Kurdistan iraquí.