Los camisas rojas han iniciado hoy conversaciones con el Gobierno de Tailandia para encontrar una salida a la profunda crisis política que ha desatado una ola de violencia con el resultado de al menos 37 muertos y 244 heridos.

Weng Tojirakran, miembro de la plana mayor del frente de los llamados camisas rojas, han indicado a la prensa que, de momento la conversaciones con los representantes del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, van por buen cauce.

El acuerdo de conversaciones llega tras unas semanas de enfrentamientos a tiros en las calles del centro de Bangkok. Esta pasada noche ha muerto un soldado por los disparos de un francotirador, así como el general Khattiya Sawasdipol, un carismático militar renegado que apoya a los camisas rojas, tras cinco días ingresado en el hospital con heridas graves.

PRIMERA VÍCTIMA

Sawasdipol llevaba en coma desde el pasado jueves, cuando recibió un balazo mientras se hallaba detrás de las barricadas supervisando la seguridad en la base de los manifestantes antigubernamentales, informaron los medios locales.

El general fue la primera víctima de la operación lanzada por el Ejército tailandés para cercar a los activistas, que llevan dos meses atrincherados en la ciudad para exigir la caída del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas en Tailandia.

Sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura por haber participado en la muerte de varios soldados durante la batalla campal entre ambos bandos que el pasado 10 de abril salpicó de sangre las calles de la ciudad.

Tailandia mantiene el estado de excepción en 20 provincias. Una decena de embajadas están cerradas desde el viernes, y algunas misiones diplomáticas tampoco trabajarán hoy puesto que el lunes y el martes han sido declarados jornadas festivas para facilitar el desalojo de los manifestantes.