La evacuación de los inmigrantes y refugiados que permanecían en el improvisado campo griego de Idomeni, junto a la frontera con Macedonía, ha acabado, después de que se pusiera en marcha el desmantelamiento el pasado martes.

"No hay más personas en el campo, solo quedan las tiendas de las organizaciones humanitarias", ha dicho una fuente policial.

Las autoridades habían censado 8.424 refugiados e inmigrantes el lunes, el día antes de que arrancara la operación.

FALTA DE SERVICIOS BÁSICOS

La policía ha trasladado a diferentes centros de acogida en autobús a unas 4.000 personas. Una cifra similar "ha salido por su propio pie hacia otros centros o se han instalado en hoteles o otros lugares de la región", principalmente en gasolineros, donde han instalado sus tiendas, ha explicado la fuente policial.

La oenegé Save the Children manifestó el pasado miércoles sus "serias inquietudes" por el estado en que se encuentran las instalaciones donde han sido transferidos los refugiados e inmigrantes de Idomeni. "En muchos faltan servicios básicos, incluyendo comida y agua", además de higiene.