Fidel Castro no dejaba a casi nadie indiferente. El 'comandante' generaba odio y amor en todos los ámbitos. En el musical hubo muchos artistas que tomaron partido, tanto a favor como en contra del hombre que cambió la historia de Cuba para siempre.

Carlos Puebla fue el que más glosó la figura de Castro, con canciones como 'Y en esto llegó Fidel'. "Aquí pensaban seguir tragando y tragando tierra sin sospechar que en la Sierra se alumbraba el porvenir. Y seguir de modo cruel la costumbre del delito hacer de Cuba un garito... y en eso llegó Fidel", cantaba un cantautor que siempre se posicionó al lado de la revolución castrista.

Uno de los músicos más cercanos a Fidel era Silvio Rodríguez. Consciente de la estrecha relación que mantenía el cantautor con el expresidente cubano, la expresidenta argentina Cristina Kirchnerle dedicó a Castro por su 90 cumpleaños 'Te doy una canción', una de sus canciones preferidas de Rodríguez.

PELEA DE GALLOS DE LA NUEVA TROVA

La figura de Fidel surca muchas de las composiciones de Rodríguez, en odas como 'El necio'. "Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio", versa en ella el autor de 'Ojalá'. Su defensa del 'castrismo' le llevó a enfrentarse a Pablo Milanés, otro símbolo del movimiento de la Nueva Trova Cubana. "No perdonaré la doble traición que acaba de efectuar públicamente Silvio Rodríguez a quien una vez fue su hermano”, sentenció Milanés después de que su examigo le acusara de “haber vendido el alma al diablo” para acontentar a los anticastristas de Miami con críticas al régimen.

Las mayores críticas al régimen llegaban desde 'malecón y 90', como llaman los cubanos a Miami, situada a 90 millas del popular paseo de La Habana. En el 2006, cuando Fidel pasó el testigo a su hermano Raúl, Pitbull compuso desde allí 'Ya se acabó'. "Ahora a empezar de nuevo, ojalá que se caiga el viejo", soltaba con rabia el cantante y productor cubano-americano. "¡Que se calle la boca! ¡Ya se acabo!".

GQ, otro americano-cubano, ponía voz al anticastrismo de Miami con 'Un monstruo contra mi isla".

"Por culpa suya mi nación se siente triste”, le soltaba, sin salir de la isla, el rapero Maykel Osorbo en 'Por ti señor'.

FIN DE LA CENSURA

En el 2012, el Gobierno de Raúl Castro acabó con el veto en las emisoras cubanas de medio centenar de artistas críticos con el régimen, una 'lista negra' en la que se encontraban, entre otros, Celia Cruz, Gloria Estefan o Bebo Valdés. La censura impidió que durante muchos años se escuchara en la isla música crítica con el 'castrismo' sino a los que se consideraba que lanzaban mensajes que podían ser perjudiciales para la revolución. Fidel, que se había mostrado crítico en 1963 con los jóvenes 'rockandrolleros' que iban con "una guitarrita en actitudes elvispreslianas", disfrutó en el 2001 del concierto de los Manic Street Preachers. En especial de la canción 'Baby Elian', que la banda británIca dedicó al pequeño que provocó el enésimo conflicto diplomático entre EEUU y Cuba. "No podéis comprar una nación, ni siquiera la mafia de Miami, seguimos un sendero luminoso, que nunca destruiréis", gritaba con su inconfundible timbre de voz el siempre combativo James Dean Bradfield.

Quince años otra banda británcia, los Rolling Stones desembarcaban en un histórico y símbólico concierto: “Sabemos que durante un tiempo era difícil escuchar nuestra música. Pero aquí estamos”, dijo en español Mick Jagger durante la actuación de sus satánicas (y durante mucho tiempo proscritas) majestades en La Habana. Música para simbolizar que, como cantaba Bob Dylan, los tiempos están cambiando.