Mientras el comité de reglas del Partido Demócrata estaba anunciando en directo por los canales de noticias su resolución sobre Florida y Michigan, la campaña de Barack Obama hizo pública la decisión del candidato de darse de baja de la iglesia de Chicago a la que pertenece desde hace 16 años. "No es una decisión que haya tomado a la ligera y, la verdad, me produce tristeza. Se trata de la iglesia donde encontré a Jesús, donde nos casamos y donde bautizamos a nuestras hijas", dijo más tarde Obama en una rueda de prensa.

El candidato tomó la decisión después de que su pertenencia a la iglesia se haya convertido en uno de los puntos más controvertidos.

Primero fue por el reverendo Jeremiah Wright, de quien se emitieron unos vídeos en los que culpaba del 11-S a la política exterior de EEUU y acusaba al Gobierno estadounidense de haber creado el sida. Después fue el cura católico Michael Pfleger, que como invitado en la iglesia se mofó de Hillary Clinton y la acusó de creerse con derecho a la Casa Blanca.

VINCULACION "Es evidente que, como candidato a la presidencia, cada vez que algo se diga en la iglesia por alguien vinculado a ella, incluyendo un pastor invitado, esas palabras me serán atribuidas incluso si están en conflicto con mis opiniones, mis afirmaciones y mis principios", justificó Obama.