Gracias por traerme a casa". Estas fueron las primeras palabras que pronunció Azzam Azzam, el israelí de origen druso condenado en 1997 en Egipto a 15 años por espionaje, cuando ayer cruzó la frontera de Taba y pisó de nuevo Israel. Después de mantener encarcelado a Azzam durante ocho años, las autoridades egipcias lo liberaron en el marco de un acuerdo que incluyó la entrega, por parte de Israel, de seis estudiantes egipcios. Los jóvenes fueron detenidos el pasado agosto tras cruzar ilegalmente la frontera entre los dos países con la intención, según las autoridades israelís, de robar un tanque del Ejército hebreo y secuestrar a soldados.

La liberación de Azzam --en la que el Gobierno de Ariel Sharon llevaba trabajando desde hace más de un año tras un compromiso personal del primer ministro-- es el punto cúspide de la mejora producida en las relaciones entre Israel y Egipto en los últimos meses. La luna de miel entre ambos países próximamente puede plasmarse en el regreso del embajador egipcio a Tel-Aviv y en un acuerdo de cooperación en materia de seguridad, cara a la posible evacuación de los asentamientos israelís de la franja de Gaza.

"LO HE HECHO POR USTED" "He dado la orden de liberación especialmente por usted", le dijo ayer en conversación telefónica el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a Sharon, según un comunicado oficial del Gobierno hebreo. Sharon agradeció el gesto a Mubarak y le prometió que, en el marco del acuerdo, estudiaría la liberación de un grupo de prisioneros palestinos.

Más emotiva, si cabe, fue la conversación telefónica entre Azzam y Sharon desde la ciudad fronteriza de Eilat. "Muchísimas gracias, primer ministro, no sé cómo expresar mi agradecimiento", le dijo el empresario excarcelado a Sharon. Para Azzam, ayer acabaron ocho años de encierro en una celda de dos metros por dos en la que estaba en régimen de aislamiento por voluntad propia, por temor a ser víctima de un ataque por parte de otros presos. Azzam, un empresario textil de 41 años, fue arrestado en 1996 en El Cairo y condenado a una pena de 15 años por espionaje para Israel.

NEGO LOS CARGOS Azzam siempre negó estos cargos --al igual que el Gobierno israelí-- y afirmó que se encontraba en la capital egipcia para negociar la constitución de una empresa conjunta entre la firma israelí para la que trabajaba y una compañía egipcia. El tribunal que lo condenó afirmó que Azzam utilizaba para pasar la información ropa interior de mujer en la que había escrito mensajes con tinta invisible. Durante el cautiverio, recibió visitas de sus padres dos veces al mes, del cónsul israelí en Egipto y del ministro Danny Naveh, a quienes explicó las duras condiciones de su encierro.

El acuerdo para liberar a Azzam estaba cerrado desde hace varias semanas, pero la primera fecha para su liberación --el 14 de noviembre-- fue retrasada a causa de la muerte del presidente palestino, Yasir Arafat. En los últimos tiempos, los medios de comunicación israelís especulaban con la posibilidad de que Azzam fuera intercambiado por Maruán Barguti, el secretario general de Al Fatá en Cisjordania condenado por terrorismo.

Los egipcios liberados ayer, de entre 21 y 25 años, fueron arrestados tras entrar en Israel ilegalmente armados con 14 cuchillos. Según la fiscalía israelí, su plan era secuestrar a soldados israelís para intercambiarlos por prisioneros palestinos y hacerse con un tanque para usarlo en el robo de un banco con el que financiar atentados terroristas. Según sus familias, los jóvenes entraron ilegalmente en Israel para buscar trabajo.