Los peores temores de las autoridades electorales de EEUU se han cumplido. Sólo en Florida, crucial estado bisagra junto a Ohio y Pensilvania, los tribunales ya dirimen nueve pleitos presentados por los demócratas contra la Administración del gobernador Jeb Bush, hermano del presidente, al que acusan de conspirar para frenar el voto de las minorías. Esas querellas judiciales reproducen el caos del año 2000 a seis días de la jornada electoral y, según los expertos, permiten augurar que al día siguiente, el 3 de noviembre, no se sabrá la identidad del nuevo presidente.

"Estamos a merced de los pleitos en los 10 u 11 estados más disputados", advierte Edward Foley, profesor de legislación electoral en la Ohio State University. "Y puedo garantizarle que el resultado quedará pendiente de los litigios si hay un estado crucial para la composición del Colegio Electoral y el margen de victoria allí es inferior al número de votos provisionales emitidos los que se depositan en espera de la posterior comprobación sobre su validez".

EMPATE EN LOS SONDEOS Con las previsiones de los sondeos cada vez más ajustadas --ayer el candidato demócrata, John Kerry, empataba con George Bush o le sacaba uno o dos puntos, según diversas encuestas--, la previsión de Foley se está cumpliendo. Sobre todo en Florida, donde el juez Lawrence King desestimó la denuncia de que 10.000 nuevos votantes demócratas han visto rechazados sus registros electorales porque los funcionarios designados por Jeb Bush se aprovecharon de un tecnicismo para anularlos y después no avisaron de ello a los afectados, de forma que se les pasó el plazo para corregirlos.

"Estamos convencidos de que éste es un veredicto jurídicamente incorrecto y preparamos la apelación", explicó Sheila Thomas, abogada del Proyecto de Progreso, el grupo proderechos civiles que presentó la demanda. Eso quiere decir que la querella pasará a tribunales superiores y, si se repite el ajustado resultado del 2000 --como prevén todos los sondeos--, la victoria en este estado no podrá ser proclamada hasta nuevas sentencias judiciales.

Según la encuesta publicada ayer por The Miami Herald , Kerry aventaja a Bush (54% a 41%) en el condado de Miami-Dade, bastión de los exiliados cubanos que siempre han favorecido al presidente. Esto muestra lo ajustado que puede ser el resultado en Florida, a pesar de las tácticas en favor de los republicanos desplegadas por los funcionarios electorales: han sido denunciados por negarse a contabilizar votos provisionales, anular registros electorales irregularmente, establecer normativas que restringen el acceso de las minorías a las urnas, y tratar de impedir que los negros voten.

"Los republicanos están intentando asustar a la gente para que no acuda a los colegios electorales", dice Matt Miller, portavoz de la campaña de Kerry.

INTIMIDACION EN JACKSONVILLE Un ejemplo claro de intimidación es Jacksonville, una de las mayores ciudades de Florida con una alta proporción de votantes de color, donde las autoridades han abierto un solo colegio electoral para el voto anticipado y lo han situado a kilómetros de distancia de los barrios negros.

Pero lo peor, como ha podido atestiguar el corresponsal del Financial Times , Joshua Chaffin, es que los electores de etnia negra que llegan al lugar en coche o autobús son filmados en vídeo, desde la escalinata de una iglesia en la acera de enfrente, por dos individuos blancos que se niegan a identificarse y se limitan a afirmar que son detectives privados contratados por un importante bufete de abogados. ¿Es ésta la "cuna de la democracia", como proclaman los hermanos George y Jeb Bush?