Michele Zagaria, considerado el capo del clan de los Casaleses (Casalesi, en italiano) de la Camorra, mafia de Nápoles, ha sido detenido esta mañana, después de estar 16 años fugado a la justicia. Se encontraba en un refugio subterráneo, construido bajo cinco metros de cemento armado, a 100 metros de su casa natal en el pueblo de Casapenna (Caserta).

“Habéis vencido vosotros”, habrían sido sus primeras palabras tras el arresto y antes de caer desplomado por un malestar del que se ignora por el momento la causa. Varias ambulancias han sido convocadas en el lugar. Poco antes, oyendo el repicar de los martillos neumáticos de los policías, había gritado desde el interior: “¡Basta! ¡Basta! No hundáis las paredes, me rindo”. El refugio se encontraba en las inmediaciones de un caserío en apariencia abandonado.

El clan de los Casalesi --nombre de la localidad donde surgieron-- es considerado como el más poderoso entre los grupos de la mafia napolitana. Además de en Italia, opera en España (Girona, Barcelona, Levante y Andalucía), Portugal y Francia. La agencia antimafia de Nápoles (DDA) le considera como el “rey del cemento mafioso” de toda Italia, pero en esta ocasión el cemento no le ha salvado. Dicho clan ha conseguido alcanzar la cumbre del poder de la Camorra, sin haber proporcionado nunca a la justicia ningún colaborador o arrepentido que facilitase su desmantelamiento.

Refugios abiertos

El arresto de Zagaria estaba cantado desde hacía días, después que los cronistas vieran que las fuerzas del orden comenzaban a excavar el suelo entorno a varios refugios subterráneos abiertos en la zona. La detención del capo de los Casalesi coincide con varias operaciones policiales y sumarios abiertos contra políticos, profesionales y administradores de la región Campania (Nápoles), entre los que se encuentra Nicola Cosentino, líder del Partido de la Libertad (PDL), que la magistratura considera como “el punto de referencia” de la Camorra en el Parlamento nacional, al que los magistrados han solicitado la autorización para detenerle.

En 2008 Zagaria fue condenado a cadena perpetua. Sus dominios criminales abarcaban seis regiones de Italia, principalmente la de Emilia Romagna (Bolonia). Sus tráficos han sido repetidamente documentados por el escritor Roberto Saviano, condenado a muerte por el clan de Zagaria. Había escrito Saviano ya en 2006: “Y ahora Zagaria, el número uno. Después del arresto de Bernardo Provenzano (capo de la siciliana Cosa Nostra), es Zagaria el primero de la lista de los fugados. Tiene varios alias, como Michele de Casapesenna, Capostorta, Manera... Michele Zagaria ha sido capaz de pretender que su Casapenna se transformase en un lugar capaz de asegurarle la tranquilidad de la fuga”.

Saviano evoca el relato de un miembro del clan que un día preguntó a Zagaria si esnifaba cocaína. La respuesta del capo fue: “Conmigo tienes que actuar como con el cura, haz lo que te digo pero no hagas lo que hago yo”.