La Casa Blanca dijo hoy que no puede descartarse que el presidente de EEUU, George W. Bush, modifique su agenda y cancele su asistencia a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín este verano. Preguntada por si Bush proyectaba asistir a la ceremonia, la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino dijo que el mandatario irá a los Juegos, pero añadió que el presidente "siempre puede hacer cambios en sus planes".

Perino añadió que el mandatario "siempre ha sido claro en que se trata de un evento deportivo para atletas y que presionar a China antes, durante o después de los Juegos es la mejor manera en que podemos intentar ayudar a la gente globalmente en China, no sólo en Tíbet." "Estamos instando a China a que busque un acercamiento con el Dalai Lama o sus partidarios, como lo han hecho... ellos han tenido un diálogo. Nos parece que eso fue muy útil y les alentamos a que lo intenten de nuevo", agregó Perino.

Sin embargo, ante las preguntas sobre si no sería mejor que Bush no fuera a China en señal de protesta y si la Casa Blanca está estudiando esa posibilidad, Perino contestó: "Yo no lo diría así". Perino no quiso abordar las circunstancias que podrían obligar al presidente a no viajar a la ceremonia inaugural de los Juegos de Pekín. "Esa no es una pregunta que yo pueda contestar. Son otras las personas que deben contestar", dijo Perino. Varios presidentes y primeros ministros europeos, como la canciller alemana, Angela Merkel, han anunciado que no acudirán a la ceremonia de apertura de los Juegos en protesta por la política china en lugares como Tíbet, Birmania o Sudán.

Ayer, la aspirante demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton instó al presidente Bush a que no asista a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, en protesta por la violación de los derechos humanos por parte de China. En un comunicado, la senadora por Nueva York justificó su petición en los violentos enfrentamientos en el Tíbet y la falta de presión por parte de China sobre el Sudán para poner fin al "genocidio en Darfur".

Los Juegos de Pekín son hoy un tema candente en EEUU y casi todos los ojos están puestos en San Francisco, única parada de la antorcha olímpica en el país. La llama olímpica, que ya está en California, recorrerá mañana las calles de San Francisco en medio de fuertes medidas de seguridad para evitar que las protestas contra el Gobierno chino obliguen a suspender el evento, como ocurrió en París.