La Casa Blanca ejercerá un control más directo sobre las operaciones en Irak y Afganistán, para atajar la violencia y acelerar la reconstrucción en ambos países, según publicó ayer el diario The New York Times . La consejera de Seguridad Nacional y una de las personas más cercanas a George Bush, Condoleezza Rice, dirigirá el grupo de estabilización para Irak, que se convertirá en una pieza clave de la reorganización de las operaciones decidida por la presidencia de EEUU.

Un destacado funcionario del Gobierno, bajo anonimato, declaró al Times que estos cambios representan una reducción del poder del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, en la próxima fase de la ocupación iraquí, algo que fuentes de la Casa Blanca negaron. Rumsfeld "reconoce que no es una actividad en la que el Pentágono destaque y, en cierta medida, el secretario de Defensa se siente aliviado por abandonar una parte de su autoridad en estos dosieres", indicó otra de las fuentes gubernamentales consultadas por el diario.

MAL FUNCIONAMIENTO

George Bush "sabe que el balance de su mandato e incluso su propia reelección dependen del desarrollo de estos acontecimientos", declaró otra fuente al diario norteamericano, que añadió: "También significa admitir indirectamente que esto no funciona". Cuando se cumplen dos años de la invasión de Afganistán y a más de seis meses de la intervención en Irak, los soldados norteamericanos siguen siendo atacados por los rebeldes, y las labores de reconstrucción apenas han comenzado.

La organización de gobiernos locales se ha topado en Afganistán con las rivalidades tradicionales entre tribus y milicias, mientras que la falta de recursos financieros y humanos ha impedido establecer un Gobierno central con crédito en Irak.

Rice ya envió el jueves pasado un memorando confidencial de la reorganización de la estrategia para los dos países ocupados al secretario de Estado, Colin Powell, a Rumsfeld, y al director de la CIA, George Tenet.

DESPLIEGUE DE TROPAS TURCAS

Por su parte, el Gobierno turco aprobó ayer por unanimidad el envío de tropas a Irak, una decisión que debe ser ratificada por el Parlamento.

La Cámara se opuso en marzo al despliegue de tropas durante la guerra contra Irak. Esta decisión obligó a EEUU a modificar su estrategia militar y a renunciar a la apertura de un frente norte para lanzar una ofensiva contra las tropas de Sadam.

Pese al precedente, el Ejecutivo de Ankara se mostró ayer confiado en que el Parlamento dé su plácet al envío de la fuerza expedicionaria.