Los inmuebles de nueva construcción fueron más vulnerables al terremoto que los edificios viejos, un fenómeno que ya se ha dado en otros países que han sufrido violentos seísmos, como Turquía. Edificios con sólo cinco años de antigüedad sucumbieron como castillos de naipes, mientras que los que datan de la época colonial siguen en pie. El fenómeno era visible en el barrio popular de Bab el Ued, levantado a orillas de un río. Los expertos denunciaron la "negligencia del Estado"."No hay una política de ordenación del territorio, ni planes urbanísticos", afirmó un arquitecto.