El caso contra el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn se desmorona después del giro radical dado por la fiscalía, que reconoció ayer ante el juez serios problemas de credibilidad de la inmigrante guineana de 32 años que denunció una agresión sexual del político y economista francés el pasado 14 de mayo en un lujoso hotel de Manhattan. Tras escuchar al fiscal, el juez decidió relajar las condiciones en las que Strauss-Kahn deberá esperar a que el 18 de julio empieze el juicio. El exdirigente socialista francés sigue acusado de seis cargos por siete delitos de agresión sexual, pero ya no está en arresto domiciliario ni es controlado por un dispositivo electrónico, ni tiene que pagar por su propia vigilancia ni desembolsar fianza. Las autoridades retienen su pasaporte, pero puede moverse libremente por Estados Unidos. En la documentación presentada ante el juez, la fiscalía detalla algunos de los hechos que le han llevado a perder la confianza en la presunta víctima, cuyo testimonio llevó a un gran jurado a ver indicios de delito suficientes para acusar a Strauss-Kahn. Ahora los investigadores de las autoridades han descubierto que la mujer les ha "mentido consistentemente". Por una parte, según revela la documentación presentada al juez, ha alterado la versión de lo que ocurrió inicialmente tras la supuesta agresión y ha reconocido haber mentido sobre su solicitud de asilo al haber dicho que había sido víctima de una violación anterior por un grupo de soldados en Guinea, y al declarar sus ingresos para acceder a una vivienda subsidiada. Pero, además, la fiscalía está en posesión de la grabación de una llamada telefónica de la mujer a un preso en la que discute sobre la conveniencia de plantear una acusación contra Strauss-Kahn. Pese a que el caso sigue abierto, el Partido Socialista francés manifestó su "intenso alivio". Los seguidores de Strauss-Kahn fueron los primeros en expresar su deseo de replantear el calendario de la elección del candidato a las presidenciales del 2012 para permitir la incorporación de su líder a la carrera por el Elíseo. Incluso el aspirante que se ha erigido en el favorito de los sondeos, François Hollande, se mostró "abierto" a retrasar el plazo de inscripción de candidaturas, que acaba el 13 de julio.