La frase "Tú no, por ser cubano" con la que, en las recepciones de los hoteles de la isla, se prohibía el acceso de los nacionales pasó a ser historia al conocerse ayer, extraoficialmente, que las instalaciones hoteleras son de acceso libre a todos, sin importar que se haya nacido en Cuba.

La medida, que se enmarca dentro de la apertura escalonada anunciada por Raúl Castro en febrero cuando tomó las riendas del país, fue antecedida por el permiso a los cubanos para contratar el servicio de teléfonos móviles y, a partir de mañana, comprar ordenadores y sus accesorios.

El esperado anuncio de ayer tuvo su antecedente más inmediato el martes 25 de marzo cuando el Ministerio de Turismo mantuvo una reunión con la gerencia de las principales cadenas hoteleras de Cuba, entre las que destaca Sol Meliá, para informarles de que el acceso a los hoteles quedaba abierto a todos.

Días antes, Mariela Castro, hija de Raúl, dijo al diario italiano Il Corriere della Sera que el hecho de "poder ir a un hotel, tener acceso a un ordenador y a aparatos eléctricos" deberían ser considerados derechos constitucionales.

La prensa local aún no ha confirmado el anuncio que trascendió desde las administraciones de los hoteles.