El fantasma del “período especial en tiempos de paz” que agobió a Cuba en la década de los 90 tras la disolución de la Unión Soviética sobrevuela por estos días el mar de las Antillas y enfila hacia La Habana.El presiente Raúl Castro reconoció que se avecina una crisis energética importante y el anuncio trajo el recuerdo aquellos tiempos de extrema escasez. Al hablar durante el VII período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el presidente pidió a una población acostumbrada a los rigores “reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles” ante las dificultades derivadas de la disminución en la entrega de petróleo venezolano y la caída de ingresos por exportaciones. Raúl llamó a “fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles”. Desde hace una semana empresas estatales cubanas recibieron la orden de reducir un 50% sus gastos de combustible y electricidad.

“¿Qué nos está faltando? Divisas por incumplimiento de los ingresos, y nos está faltando disponibilidad de combustible, porque no ha llegado al país todo lo que teníamos previsto que entrara. Por tanto, esas son las dos limitaciones que tiene la economía para funcionar en el segundo semestre, y con esas dos limitaciones se han propuesto estas tres medidas que se están proyectando ahí en la pantalla: rebajar gastos líquidos, no ejecución de los créditos, y ajustar el consumo energético”, explicó Marino Murillo Jorge durante la sesión parlamentaria y a muchos legisladores se les heló la sangre. Los debates sobre la “capacidad de tolerancia” de la sociedad están en la isla a la orden del día, aunque no se reflejen en la prensa.

Karina Marrón, subdirectora de Granma, el portavoz del Partido Comunista, advirtió sobre el peligro de estallidos sociales como los de 22 años atrás. Durante una reunión de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), dijo que en la isla se estaba “armando una tormenta tan perfecta” que pone a prueba la fortaleza del Gobierno. “Señores este país no aguanta otro 93, otro 94”, entre otras cosas porque “no hay un Fidel” para salir a atenuar el malestar.

LA DIPLOMACIA PETROLERA

La diplomacia petrolera de Caracas se encuentra en su punto más crítico. La caída de la producción de PDVSA obligó al Gobierno de Nicolás Maduro recortar en los hechos el programa de asistencia a su principal aliado político. La Habana ha recibido este año unos 53.500 barriles por día (bpd), lo que, de acuerdo con especialistas, representa un descenso de un 40% del suministro en relación con similar período de 2015.

La crisis de PDVSA ya había afectado los envíos a Uruguay, Jamaica, República Dominicana y Curazao. Pero los efectos en Cuba adquieren otra resonancia. “No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas”, dijo Castro. La relación económica bilateral atraviesa momentos de precariedad compartida porque Cuba también recibe dinero por los servicios médicos y educacionales que Caracas no puede pagar como antes. “Proseguiremos prestando a Venezuela, al máximo de nuestras posibilidades, la colaboración acordada”, dijo Raúl.

El hermano menor de Fidel rechazó no obstante “especulaciones y augurios de un inminente colapso de la economía”. Recordó al respecto que durante el primer semestre de 2016, el PIB ha crecido un 1%, la mitad de lo previsto, debido a la caída de los ingresos por los menores precios del níquel, el incumplimiento de la producción y la venta de azúcar. La nueva era de la austeridad busca “enfrentar la situación” y asegurar “la vitalidad de la economía, minimizando las afectaciones a la población”.

PREPARANDO LA EFEMÉRIDE

Cuba entra por estos días en los preparativos de la principal efemérides del castrismo: la fallida toma del cuartel Moncada que, el 26 de julio de 1953 dio inicios a la revolución que se impuso casi seis años más tarde, al huir el dictador Fulgencio Batista. El octogenario presidente, que entonces era un joven lampiño que usaba el cabello largo y una cola de caballo, instó a conmemorar “el día de la Rebeldía Nacional lo haremos con la convicción de que el pueblo revolucionario cubano nuevamente se crecerá frente a las dificultades”.