El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi se enfrenta todavía a varias causas ante los tribunales, además del 'caso Mediaset', que le ha supuesto una condena de cuatro años de cárcel. A juzgar por el tipo de causas judiciales que le envuelven, el talón de Aquiles de Berlusconi lo configuran dos aspectos de su vida; las mujeres y la política.
Berlusconi debe ser juzgado por:
La compra de un escaño. El próximo 11 de febrero comparecerá en Nápoles ante el juez en calidad de acusado por haber comprado en el 2006 a un senador de izquierda para que pasara a su grupo y facilitara así la caída del Gobierno de Romano Prodi.
Por revelar secretos para perjudicar a un enemigo político. Es el denominado 'caso Unipol' por el que 'Il Giornale', propiedad de los Berlusconi, publicó escuchas telefónicas de procedencia ilícita. Por ello fue condenado a un año de prisión. Su hermano Paolo fue condenado también a dos años y tres meses de cárcel.
El 'caso Ruby'. Berlusconi fue condenado a siete años de prisión por abuso de poder y prostitución de menores en el marco del denominado 'caso Ruby', el nombre ficticio de la joven marroquí con el que tuvo relaciones sexuales a cambio de dinero. La rescató de una comisaría de Milán llamando personalmente y diciendo a los policías que se trataba de la nieta del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak. Berlusconi fue condenado a una inhabilitación de por vida para ejercer cargo público, pero la sentencia está en suspenso por la presentación de un recurso. Los magistrados acusan a Berlusconi de haber alterado las pruebas e incluso comprado testigos.
Prostitutas para todos. Tres colaboradores de Berlusconi han sido condenados por proporcionarle prostitutas. La situación podría desembocar en una nueva investigación por los intentos de Berlusconi de comprar testigos. La contratación de prostitutas en Bari por parte de Berlusconi puede terminar en jucio. Según la acusación, Berlusconi habría pagado durante dos años a un empresario de la región, Gianpaolo Tarantini, a cambio de su silencio.
