Centenares de militantes islamistas de Europa y de Oriente Próximo se dirigen hacia Irak para hacer frente con sus armas a la ocupación extranjera, según aseguró ayer el diario The New York Times, citando fuentes de la lucha antiterrorista de seis países.

"Responsables de los servicios de espionaje" de estos estados "afirman que han descubierto desde el fin de la guerra de Irak un flujo de militantes islamistas en ruta hacia" este país, aseguró el rotativo. Más que un movimiento coordinado por Al Qaeda u otros grupos, se trata sobre todo de jóvenes alimentados por la ira y por "una retórica antinorteamericana y antibritánica". Los aspirantes a resistentes proceden de Siria, Líbano, Yemen, Arabia Saudí o el norte de Africa, aunque también de las comunidades musulmanas de Alemania o Francia, un extremo que fue confirmado por el juez antiterrorista francés Jean-Louis Brugui¨re.

Entretanto, en Damasco (Siria), empezó ayer una ronda de conversaciones de países vecinos de Irak sobre seguridad regional. El ministro de Exteriores de Irak, Hoshiyar Zebari, miembro del Ejecutivo patrocinado por EEUU, rehusó participar, ya que, según argumentó, no había sido invitado de forma adecuada. Las conversaciones se centrarán en la forma de prevenir que los extremistas entren en Irak.