El reactor de la central nuclear de Bushehr, situada en la costa del golfo Pérsico, entró hoy en funcionamiento tras años de retrasos, anunció el director del Organismo iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehí. "Ya han sido instaladas todas la barras de combustible y se ha cerrado la cúpula del reactor. Ahora solo falta esperar a que el agua del núcleo se caliente poco a poco", explicó. "Una vez que este proceso se haya completado, esperamos que la central comience a producir energía eléctrica y pueda ser conectada a la red nacional en un plazo de dos meses", agregó Salehí, citado por la prensa oficial. Teherán comenzó a construir la planta nuclear de Bushehr en la década de 1970 con ayuda alemana, un proyecto que quedó interrumpido por el triunfo de la Revolución Islámica que en 1979 depuso al último Sha de Persia, Mohamed Reza Pahleví. Los trabajos, que concluyeron el pasado verano tras una serie de complicaciones, habían sido reanudados hace diez años con la colaboración de Rusia. Las autoridades nucleares iraníes habían anunciado el pasado 21 de agosto que ya se habían comenzado las labores de alimentación de la planta y que ésta estaría lista para conectarse a la red eléctrica en octubre o noviembre. Sin embargo, el mes pasado, el propio Salehí, dio a entender que la citada conexión al tendido eléctrico se retrasaría y no sería posible hasta principios de 2011. Algunos medios habían especulado con la posibilidad de que el retraso estuviera relacionado con el ataque informático a escala industrial sufrido por Irán el pasado septiembre a través del virus "Stuxnet". Las autoridades iraníes admitieron que miles de direcciones de IP resultaron afectadas, pero Salehí volvió a insistir esta misma semana que el citado virus no infectó el sistema de Bushehr. Buena parte de la comunidad internacional, con EEUU e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de carácter clandestino y objetivos militares a fin de conseguir un arsenal atómico, una alegación que Teherán rechaza. La negociación quedó rota en noviembre de 2009 después de que el régimen iraní desestimara una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5 por ciento por combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para el reactor de investigación que posee en la capital. En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20 por ciento, lo que llevó a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones. Un mes antes, Irán, Brasil y Turquía sellaron un documento conjunto en el que recuperaban ese intercambio, aunque con otras condiciones, acuerdo que Teherán desea ahora que se convierta en uno de los pilares de la negociación. Además, Irán pretende que el diálogo se amplíe a cuestiones que considera "claves" de la escena internacional como el terrorismo, el narcotráfico, la crisis regional, la seguridad energética y la polémica de las armas de destrucción masiva, a lo que se oponen las grandes potencias. Está previsto que la negociación ente Irán y el denominado grupos 5+1 -integrado por los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, se retome el próximo 5 de diciembre, en una capital europa por determinar.