Han apostado por la jugada más difícil. Los 16 partidos, grupos y movimientos que apoyaban al recién caído Gobierno progresista de Romano Prodi han aceptado todas las condiciones del primer ministro italiano y se han comprometido a encontrar una mayoría que le sostenga en el Senado. Todos los cargos repetirán en el nuevo Ejecutivo.

Ayer por la noche, después de haber escuchado a los líderes de todos los partidos y a los expresidentes de la República, el actual jefe del Estado, Giorgio Napolitano, dijo que hoy comunicará su decisión final, aunque todo parece indicar que emplazará al Ejecutivo dimisionario de Prodi a conseguir la confianza en el Senado, donde necesita 162 votos favorables. "Hemos logrado una mayoría de apoyo, tanto con los senadores vitalicios como sin ellos", declaró sonriente Piero Fassino, líder de los Democráticos de la Izquierda (DS).

La decisión de volver sobre lo andado fue tomada por los progresistas en la noche del jueves, cuando Prodi les convocó y les dijo, en resumen: "Si queréis que siga, estas son las doce condiciones; de otro modo, vamos a elecciones anticipadas y tendréis a Berlusconi por otros diez años". Les entregó por escrito un decálogo, diez puntos irrenunciables, sacados del programa de Gobierno, que debían aceptar incondicionalmente y sin distingos. Entre ellos están el trazado del tren de alta velocidad y la financiación de la misión militar de Afganistán, dos escollos que han provocado grandes conflictos entre verdes y comunistas, por un lado, y el resto de la coalición por el otro.

Pero según el exfiscal de Manos Limpias Antonio Di Pietro, líder de la formación progresista Italia de los Valores (IdV), los puntos más importantes son el 11 y el 12. En ellos Prodi nombra a su portavoz personal como portavoz del conjunto del Ejecutivo, cargo que no existía, y se atribuye a sí mismo "la autoridad de expresar de manera unitaria la posición del Gobierno en caso de contrastes". Lo que probablemente será decisivo en muchos casos, como el de la reforma de las jubilaciones.

LA OPOSICION, "ASUSTADISIMA" Entre los 10 puntos no figuran las parejas de hecho, pero Rosy Bindi, ministra para la Familia, explicó que "no forman parte del programa porque el anteproyecto de ley ya ha sido aprobado por el Gobierno y presentado al Parlamento". "Los 12 puntos son vagos e inadecuados. Con ellos se puede flotar, pero no ir a ninguna parte", afirmó Daniele Capezzone, de los Radicales de Marco Pannella.

La oposición conservadora, que ha definido los 10 puntos como "las Tablas de la Ley", insistió ante Napolitano en que la única salida era la dimisión definitiva de Prodi. "¡Basta Prodi!", dijo Silvio Berlusconi, que en un programa televisivo explicó estar "asustadísimo y preocupado por lo que ha hecho el Gobierno y preocupadísimo en el caso de que debiese continuar su desconsiderada acción". "Que el presidente compruebe si Prodi cuenta con el apoyo suficiente sin el voto de los senadores vitalicios", añadió Gianfranco Fini, de la extrema derecha de Alianza Nacional. Todos los gobiernos se han valido de los votos de los senadores vitalicios, a quienes la Constitución italiana reconoce, más allá de sus méritos, los mismos derechos y deberes que a los senadores elegidos.