Colombia y Venezuela se enzarzaron ayer en una escalada de recriminaciones que tensaron al límite las relaciones entre los dos países. El presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó a las autoridades colombianas de participar, junto a EEUU, en un complot para asesinarle. El Gobierno colombiano acusó a Chávez de haber tomado partido en favor de las FARC y de ser un aliado de la guerrilla.

"En Bogotá, hay funcionarios y militares colombianos conspirando contra Venezuela, conspirando para asesinarme y conspirando para iniciar un conflicto armado entre Colombia y Venezuela", afirmó Chávez. No es la primera vez que atribuye a EEUU planes para asesinarle, pero jamás había implicado a Colombia en el supuesto complot. La respuesta colombiana no se hizo esperar. El Gobierno de Alvaro Uribe exigió a Chávez un "respeto" y envió una nota de protesta a Caracas en la que pide al mandatario venezolano que "cese las agresiones" contra Bogotá.