El presidente venezolano, Hugo Chávez, rechazó ayer las presiones estadounidenses a favor de la celebración de elecciones anticipadas y reiteró que la oposición sólo puede intentar sacarlo de Miraflores mediante la celebración de un referendo revocatorio después de agosto del 2003, a mitad de su mandato. Millares de desarrapados cuidaban ayer el palacio presidencial, en cuyos aledaños debían converger en principio siete manifestaciones opositoras, que decidieron cambiar de itinerario y celebrar la concentración cerca de la plaza de Altamira.

"El país no está trancado (paralizado) para nada", dijo el gobernante al cumplirse 13 días del paro cívico nacional promovido por las cúpulas empresarial y sindical junto a la opositora Coordinadora Democrática. Chávez aseguró que, incluso en Petróleos de Venezuela (PDVSA), "la situación viene evolucionando hacia la normalidad".

LA CONSTITUCION

El mandatario rechazó hablar de elecciones y esgrimió la Bicha , como él llama a la Constitución, para rechazar, en tono de burla, las presiones estadounidenses. "Las elecciones anticipadas no están previstas por la Constitución. No puedo creer que Estados Unidos diga al mundo que Venezuela debe violar su Constitución", dijo Chávez a la cadena de televisión CNN. Y explicó: "La Constitución prevé un periodo presidencial de seis años y la posibilidad de un referendo revocatorio, único en América, a mitad de periodo, es decir, a partir del 19 de agosto de 2003. Desde ese momento, la oposición puede tratar de hacerme salir de forma democrática". Paseando por el jardín de Miraflores, frente al que se agolpaban sus correligionarios ataviados con camisetas y boinas rojas, Hugo Chávez denunció que el "sabotaje golpista" que ha logrado paralizar el 85% de la gran industria petrolera es obra de "un grupo muy poderoso con dinero, fuerza mediática y poder de chantaje". El dirigente denunció que este grupo, trataría de "conducir a Venezuela a una guerra".

Respaldada por la declaración de Washington, la oposición afirmó que "la salida a la crisis está muy cerca". El presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, aseguró: "Chávez está acorralado y no le queda otra salida que irse ya, inmediatamente". El presidente de la patronal Fedecámaras, Carlos Fernández, dijo que el país "no puede esperar ni un segundo más".

AMBIENTE FESTIVO

Aún diezmada por el fin de semana y las vacaciones, la oposición organizó siete marchas que confluyeron en el barrio residencial de Altamira, donde la consigna de "¡Renuncia y elecciones ya!" se alternó con la actuación de cantantes, humoristas y otros animadores. Aunque los portavoces de la Coordinadora Democrática --que agrupa a una quincena de partidos y asociaciones-- hablaron de "la manifestación más multitudinaria de todos los tiempos", no se decidieron a transformarla en la anunciada "gran toma de Caracas" y marchar hacia el palacio de Miraflores, defendido por una "asamblea popular" de seguidores chavistas.