Vigilados por 24.000 soldados y policías rusos, y amenazados por la guerrilla separatista, los chechenos votaron ayer para elegir un nuevo Parlamento bicameral que será dominado por las fuerzas pro-Kremlin.

Las elecciones parlamentarias cierran la fase final de un plan de Moscú para formar en Chechenia todas las instituciones gubernamentales para dar legitimidad al régimen prorruso. "Hemos terminado la fase militar. En estos momentos, comienza la reconstrucción de una república con todos los requisitos", dijo el presidente checheno, Alu Aljanov.

La votación comenzó a las ocho de la mañana (las seis en España) entre fuertes medidas de seguridad. Aljanov, que a pesar del despliegue policial escapó ayer de dos posibles atentados, fue uno de los primeros en votar. La participación se situó en el 57%.

Casi 600.000 electores, incluidos 34.000 soldados federales, acuartelados en Chechenia desde 1999, escogían a los 58 diputados entre 342 candidatos. Ocho partidos compitieron por obtener la representación en el Parlamento checheno. La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa no ha enviado observadores por "razones de seguridad".