El expresidente checo Vaclav Havel, artífice de la caída del comunismo en su país en 1989, defendió ayer la Carta de Derechos Fundamentales de la UE como pieza esencial del Tratado de Lisboa. La visión europeísta expresada por Havel en una sesión solemne ante el pleno del Parlamento Europeo, que conmemoraba el 20º aniversario de la caída del muro de Berlín, contrasta con la autoexclusión de la República Checa de la Carta de Derechos impuesta por el presidente actual, Vaclav Klaus, para aceptar la ratificación del Tratado de Lisboa.

Havel reconoció que los nuevos estados miembros del Este "de vez en cuando causan a la UE quebraderos de cabeza", y pidió a Europa "paciencia y comprensión", porque si estos países estuvieran fuera de la Unión el riesgo de desestabilización sería mucho mayor y los peligros, mucho peores.