El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, anuló ayer su participación en un acto en Illinois para ser tratado en un hospital de un problema cardiaco recurrente. Los médicos de Cheney, de 67 años y con un historial que incluye cuatro infartos, detectaron ayer una irregularidad en sus latidos. En noviembre del 2007 recibió impulsos eléctricos que restauraron el ritmo normal del corazón, el mismo tratamiento que recibió ayer. En aquella ocasión volvió al trabajo al día siguiente del percance.