China ya es oficialmente la segunda economía del mundo, por detrás de EEUU, después de que Japón confirmara este lunes que el valor nominal de su producto interior bruto (PIB) fue, el año pasado, inferior al de China; 5,47 billones de dólares frente a los seis billones anunciados por Pekín el pasado 20 de enero, cuando dio a conocer un crecimiento de más del 10%. Japón ocupaba el segundo puesto del ránking desde 1968. La crisis de la que Japón no logra despegarse desde hace 20 años, con lentas tasas de actividad económica, persistente deflación y un serio problema demográfico, contrasta con el fuerte crecimiento de China, impulsado por su motor exportador y apetito por el consumo. En el 2010, la economía japonesa creció un 3,9% en términos reales en su primer avance en tres años, después de haberse contraído un 6,3% en el 2009 a causa del impacto de la crisis económica mundial. Por el contrario, el PIB de China subió un 9,2% en el 2009 y un 10,3% en el 2010, y, de seguir así, en 20 años podría superar a Estados Unidos como primera potencia mundial, según apuntan varios estudios. No obstante, las dos potencias asiáticas siguen muy alejadas en cuanto al reparto de la renta per cápita pues en Japón, uno de los países más ricos del mundo, este indicador es diez veces superior al de China (42.431 dólares frente a 4.412 dólares). "No luchamos por ser los primeros sino por mejorar el bienestar de la población. Desde ese punto de vista, nos felicitamos por el avance de China como país vecino", ha asegurado este lunes el ministro de Política Económica, Kaoru Yosano. El Ejecutivo nipón tiene mayores preocupaciones, como hacer frente a una deuda pública que en el 2010 duplicó su PIB (más de once billones de dólares) y al acelerado envejecimiento de la población, con su consiguiente impacto en las cuentas de la seguridad social.