El Ejército chino ha desplegado por primera vez equipos de inspectores de corrupción en sus unidades, según han anunciado medios de comunicación locales este jueves, para continuar con la política anticorrupción establecida ya en departamentos civiles por el presidente chino, Xi Jinping.

Anteriormente, las investigaciones en temas de corrupción llevadas a cabo en el Ejército Popular de Liberación, el más numeroso del mundo, se llevaban a cabo bajo políticas ad hoc. Sin embargo, tras las reformas empezadas el pasado año, el Ejército se ha sumado también a la visión anticorrupción estatal.

Xi Jinping ha llevado a cabo un amplio barrido anticorrupción en una campaña centrada en las altas esferas industriales, gubernamentales y militares. Tras ello, el Ejército se está recuperando aún de las purgas y ha visto ya a docenas de agentes investigados, incluyendo dos exvicepresidentes de la poderosaComisión Militar Central, Guo Boxiong y Xu Caihou.

Xu falleció de cáncer el pasado año antes de que pudiera ser llevado al juicio en el que, el mes pasado, Guo fue condenado por aceptarsobornos.

IMPORTANTE MISIÓN

La agencia oficial de noticias Xinhua ha asegurado que los nuevos inspectores anticorrupción han sido entrenados durante dos días terminando la formación este miércoles y que se habían organizado en 10 equipos que investigarían a varias unidades en diferentes sitios del país. Sin embargo, no se ha especificado qué unidades tendrán las inspecciones.

Según la misma agencia, Xu Qiliang, el vicepresidente de la Comisión Militar Central, ha recordado a los inspectores que están cumpliendo una misión muy importante llevando a cabo un papel de limpieza y fortalecimiento de las fuerzas armadas.

REFORMAS EN EL SECTOR MILITAR

"Recordad firmemente las expectativas y la gran confianza que ha depositado en vosotros el presidente Xi", ha asegurado Xu, según informaciones de Xinhua. Este movimiento coincide con los amplios esfuerzos gubernamentales para reformar el sector militar, entre los que destacan una modernización de la estructura de mandos, mientras que Pekín va actuando de una manera más asertiva en sus disputas territoriales en los mares del Este y el Sur de China.

El país asiático está, además, invirtiendo muchos recursos en modernizar la tecnología militar, incluyendo nuevos aviones y misiles antisatélite a pesar de no haber librado una guerra en años.