La China comunista llevó ayer a cabo su mayor renovación política e ideológica de las últimas décadas. La tercera generación de dirigentes, encabezada por Jiang Zemin, dio paso a una cuarta generación de líderes para ocupar los más altos cargos de responsabilidad en el gigante asiático. Junto al recambio generacional, el Partido Comunista de China (PCCh) modificó su carta para dar entrada en la formación a los hombres con una ideología más capitalista.

El inmenso Palacio del Pueblo de Pekín fue ayer el escenario de la primera dulce transición desde la Revolución de 1949. No hubo purgas ni derramamiento de sangre, sino una fuerte ovación de los 2.114 delegados comunistas para Jiang, de 76 años, que no fue elegido miembro del comité central. Tampoco formarán parte del órgano de dirección del partido los hasta ahora número dos y tres del régimen comunista, el presidente de la Asamblea Nacional, Li Peng, y el primer ministro, Zhu Rongji, y otros tres miembros del comité permanente del partido, el máximo órgano de decisión en China.

DESIGNACION DE CARGOS

Tras la primera generación de Mao, y la segunda de Deng Xiaoping, ayer fue la tercera generación de líderes, todos septuagenarios, la que se despidió. A partir de hoy entrará en escena la cuarta generación, encabezada por el vicepresidente chino, Hu Jintao, de 59 años, que será elegido secretario general. En marzo, Jiang le cederá la jefatura del Estado.

Además del secretario general, los 356 miembros del nuevo comité central --renovado en más de la mitad de miembros y más rejuvenecido-- elegirá a los miembros del comité permanente, lo que dará una indicación de la influencia que Jiang aspira a tener en el futuro. Sin más cargo que el título honorífico de presidente de la asociación nacional del bridge, Deng Xiaoping conservó hasta su muerte (1997) un gran poder en la sombra.

Un Jiang agigantado alabó ayer la renovación del Partido Comunista de China. "El liderazgo del Partido Comunista ha cosechado un triunfo de valor inapreciable, transformando lo viejo en lo nuevo", indicó.

"TRIPLE REPRESENTATIVIDAD"

En este histórico XVI congreso que hoy se clausura, Jiang vio como su oscura teoría de la "triple representatividad" (apertura del partido a las nuevas clases emergentes) se materializaba también. El congreso adoptó por unanimidad una enmienda que modifica la carta del PCCh para dar cabida a los inversores privados y a otros "capitalistas", informa la agencia France Presse.

El partido es "el núcleo dirigente del socialismo en China y representa las exigencias de desarrollo de las fuerzas productivas avanzadas", subraya la nueva carta. En opinión de los expertos, éste es otro gran salto adelante en la historia de China, no exento de riesgos.

"Es una transición hacia el poscomunismo, hacia un autoritarismo capitalista y nacionalista", opinó Jean-Pierre Cabestan, experto sinólogo en Hong Kong.